Y, de pronto, estaba en Alsacia.
- viviendovino
- 26 dic 2020
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El vino además de su sabor y sus matices nos regala recuerdos, (por Juan Francisco Dirube).
Paseaba por el mercado cuando la vi. Una botella de Viñas de Vero. Gewürztraminer de Somontano. ¡¡¿Gewürztraminer de Somontano?!!
Mi incultura sobre la ciencia enológica llega a tal extremo que no tenía ni idea que este tipo de uva se cultivara en España. Debo reconocerlo, soy uno de esos bípedos vulgares que toman vino solo porque les gusta.
Es verdad que cuanto más sabes de vino más sabor, más matices, más rendimiento le sacas al buchito, de la misma manera cuanto más sabes de arte más disfrutas del Hermitage y cuanto más sabes de agricultura, pesca y ganadería más sabores descubres en la comida, pero no ser un especialista no nos impide disfrutar de Tintoretto, de la Catedral de Burgos o de un buen Cocido Montañés. En fin, no se puede saber de todo.
Pero bueno, a lo que iba. Llegue a casa y abrí la botella. Nada más retirar el corcho el olor del vino me colocó automáticamente en Colmar con sus casitas típicas y sus tiendas de Navidad, y cuando probé este Somontano me llevó mentalmente, a pesar de la pandemia, a pasar las navidades en Alsacia.
Es lo que tiene el vino.
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