El vino es una bebida obtenida de la uva mediante la fermentación alcohólica de su mosto o zumo. La fermentación se produce por la acción metabólica de levaduras, que transforman los azúcares del fruto en etanol y en gas en forma de dióxido de carbono. El azúcar y los ácidos que posee la fruta, junto a los hongos adheridos, son suficientes para el desarrollo de la fermentación.
El vino tiene una historia que, por lo que sabemos, se remonta a 8.000 años a.C. Los egipcios elaboraban vino. Son famosas las fiestas dionisiacas que realizaban los griegos. El primer milagro de Jesucristo fue convertir agua en vino y su último gesto, dar vino a sus seguidores invitándoles a repetirlo en recuerdo de su sangre derramada.
El vino ha sido objeto de atención por parte de la literatura, de la pintura, del cine. Y el enoturismo una actividad cada día más practicada.
De todo ello y de todo lo relacionado con el vino hablaremos en está página
Así se elabora el vino. No obstante, en el resultado final influyen una serie de factores como pueden ser la variedad de las uvas utilizadas, el terreno donde se cultivan, la climatología, el momento de la cosecha, el tratamiento que se da a los frutos, el estrujado que se realiza para obtener el mosto, los diferentes tipos de fermentación a los que se puede someter, la crianza y el tipo de depósito donde se lleva a cabo, la maduración... Son éstos factores, entre varios otros (dentro de los cuales hay que considerar los compuestos añadidos por el bodeguero para obtener el producto final deseado) lo que lo convierte en un producto complejo digno de estudio y, sobre todo, de disfrute.
