El vino es una bebida que ha sido estudiada a lo largo de los años con resultados bastante significativos en cuanto a su consumo. Es una extraordinaria opción para luchar contra determinados canceres, incrementar la salud mental, propiciar beneficios para el cuidado del corazón, entre otros aspectos. Esto parece ser cierto, pero también lo es que la intoxicación por alcohol es una de las toxicomanías más frecuentes y es causante de millones de muertes alrededor del mundo. Ocasiona daños a dosis elevadas en sangre y se le asocian problemas de la conducta y trastornos psiquiátricos, potenciando sus efectos negativos en el organismo si se ingiere en combinación con otras sustancias psicoactivas y medicamentos.

Es necesario fomentar la conciencia sobre un consumo responsable de bebidas alcohólicas y así evitar menoscabar tu calidad de vida y aún más importante tu salud.

 

El vino es una bebida que contiene alcohol.

 

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud el consumo moderado de alcohol se limita por día a menos de 20 g. para hombres y menos de 10 g. para mujeres, superar estas cantidades se considera un consumo excesivo, incluso si es en forma ocasional, y como tal, es perjudicial para la salud.

Las bebidas que contienen aproximadamente 10 g. de alcohol pueden ser:

Cerveza al 5%: 330 ml.

Vino al 12%: 140 ml.

Vinos al 18%, como el jerez: 90 ml.

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Por otro lado, la OMS indica que varios estudios han demostrado que la ingesta de 10 g. de alcohol al día podría ser beneficioso, ya que disminuye el riesgo de patologías cardiovasculares y sin importar el tipo de bebida alcohólica que se ingiera, sin embargo, reitera que un consumo extralimitado diario u ocasional causa graves consecuencias sobre el organismo incluyendo el corazón.